Hemos empezado el año escolar, algunos con buen pie y otros preguntándose “¿Por qué empecé esto? No es nada fácil. Estoy agotada . . . y solamente estamos en septiembre.”
¿Qué tal vas?
Mucho depende de tu organización y habilidad de hacer más de una cosa a la vez. Si las tareas de la escuela en casa no van sobre ruedas, mira a ver si te puedes simplificar algo.
Aquí hay 7 sugerencias para Perseverar en Educar en Casa:
- Empieza más o menos a la misma hora cada día. Sugiero después del desayuno. Los niños estarán vestidos, habrán hecho las camas, y están listos. Es mejor empezar antes de las nueve. Si se acostumbran a dormir mucho por la mañana, te fastidias todo el día. Mejor es levantarse y empezar.
- Mientras los niños están haciendo algo escrito o leyendo, y no te necesitan, te puedes duchar, empezar la comida, empezar a lavar ropa, o lo que sea. No tienes que estar siempre allí delante. Usa el tiempo con sabiduría y eficiencia. Deben de aprender a hacer algunas tareas sin ti.
- Para mi, fue más fácil enseñar a los míos en la mesa en la cocina. Vivo en España donde tenemos la lavadora en la cocina. Así pues, yo podría cocinar o lavar y estar accesible a ellos todo el tiempo. Puedes tener tu tiempo de estudio en donde sea, pero verás dónde mejor les conviene. Muchos hacen un cuarto especial para la escuela. Es bonito, si tienes espacio, porque allí tienes a los libros, los ordenadores, y todo a mano. Si no funciona lo que estás haciendo en este momento, pues intenta algo diferente.
- Acaba los estudios antes de la comida. Unos diez o quince minutos antes de comer, los niños guardan sus libros y se preparan para comer. Uno de ellos puede poner la mesa, otro te puede ayudar en la cocina.
- Si hay que hacer más clase después de la comida a mediodía, deja un tiempo—por lo menos una hora—para tiempo libre después de comer y antes de empezar de nuevo. Así tienes tiempo para recoger la cocina y para descansar un poco, tener tu tiempo con Dios a solas, y estar lista para el resto del día. Si los niños son pequeños, tal vez echen una siesta o si son mayores, pueden leer un libro o jugar.
- No tienes que hacer todos los ejercicios y usar todas las ideas que encuentras en los libros de profesor para enseñar. Nadie lo hace. Ahora, si el niño tiene problemas en entender, vas a usar más, pero si el niño ya entiende bien, no hay por qué darle mucho trabajo solamente por hacerlo. Una de las ventajas de educar en casa es que podemos adoptar las medidas a cada alumno.
- Ve al ritmo de tus hijos. Haz lo que puedes un día, y el día siguiente haces lo que puedes. Te sorprenderás cuánto puedes enseñar en un año.
¡Que el Señor te ayude a enseñar a tus hijos a lo largo de este año! ¡Ánimo y adelante!
Abi says
gracias me encanta leerles