Nuestros hijos suelen caer en una de estas dos categorías:
- Les encanta leer, escribir y expresarse por escrito.
- No les gusta para nada escribir, estudiar las leyes de gramática, ni nada que tenga que ver con escribir. Especialmente odian el diccionario.
No sé por qué, pero a mis dos hijos no les gustó escribir. Y claro, a mí me encanta. Pues cada uno es como es, y todos tenemos que aprender a expresarnos en ambas formas oral y por escrito. No tengo que explicarles cuán importante son estos temas, entonces voy a sugerir algunas maneras para ayudar a sus hijos a aprender a escribir sus pensamientos.
1. Empiece a dar a sus hijos tareas por escrito desde bastante pequeños.
No tienen que ser largos, pero es bueno que tengan que expresarse usando unas tres o cuatro frases completas desde una temprana edad—los siete u ocho añitos. Así podrán coger la idea de cómo escribir, y cuando estén mayores les gustará mejor escribir una redacción.
Algunos hijos no quieren escribir porque no les llegan las ideas.
Usted puede proponer algunos temas que le puedan gustar a su hijo. Dele unas tres o cuatro para que él escoja uno. Cuando el hijo está interesado en el tema, le será mucho más fácil escribir.
Si el hijo odia el diccionario, hay dos herramientas útiles a su disposición. Uno es “spellcheck” (corrector ortográfico) que viene automáticamente en la mayoría de los ordenadores hoy día. En “herramientas,” pueden escoger el idioma y si quieren sugerencias para las palabras. También, yo uso Google para buscar la ortografía, gramática, definiciones, y sinónimos. Es más fácil que buscar las palabras en un libro, y está todo a mano.
2. Enseña el “Método Embudo.”
Para escribir una redacción, si siguen esta fórmula, siempre tendrán éxito. Es fácil de aprender y lógico.
- El primer párrafo—Se empieza con una frase de interés general que habla de todo el mundo. Después se escribe algo un poquito menos general (dos o tres frases). Se acaba este párrafo con una frase que dice de manera muy concisa la idea central de la redacción.
- Párrafos del “cuerpo” de la obra—Explican los puntos principales acerca de la idea central. Son como puntos uno, dos, tres, etc. bajo el mismo tema. Cada párrafo empieza con una frase que explica la idea del párrafo completo y acaba con otra frase que resume la idea.
- El último párrafo—Es el “embudo invertido.” La primera frase será similar de la última frase del primer párrafo, y la última frase aplicará la idea general a todo el mundo.
Usando este método, su hijo sabrá qué tiene que escribir y en cuál orden. Tal vez su redacción no resulte en una obra maestra, pero será entendible y lógica.
Por supuesto, hay muchas otras maneras de ayudar a sus hijos a escribir. Tal vez quieras enseñarles a escribir poesías sencillas. Otra idea es dibujar una forma geométrica y escribir las palabras para conformarse a la forma. También se puede sugerir un tema para todos sus hijos y ver cuán diferentes son sus redacciones.
Que sus hijos disfruten escribir.