A veces me tengo que reír a la mentalidad “subirse al carro” de tantos cristianos. Parece que todo el mundo…
- Come orgánico
- Usa aceites esenciales
- Hornea pan casero
- Cose su propia ropa
- Mantiene una huerta de verduras
Estas cosas no están mal, pero tenemos que entender que alguna gente hace algunas de esas cosas, pero no todos hacen todas. De igual modo, alguna gente educa en casa, pero no todo el mundo. Y hay varias razones por qué educar en casa no es para todos.
Vamos a examinar algunas de ellas:
- Cuando los dos padres no están convencidos que educar en casa es la mejor opción para su familia. Pueda que haya varias razones por ello, por ejemplo: si un esposo no es creyente, si hay diferencia de opinión entre marido y mujer, si existe una escuela cristiana cerca de casa, etc. Cuando los dos esposos no tienen el mismo sentir acerca de educar en casa, pues no es para su familia.
- Cuando haya una escuela excelente y la familia puede hacer frente al costo.
- Cuando la madre de familia tiene que trabajar para ayudar con el mantenimiento de la familia. Vamos a ser honestos; es imposible educar en casa cuando los padres no están en casa.
- Educar en casa no es para las mujeres que no quieren o no pueden dedicar mucho tiempo y esfuerzo para educar a sus hijos. Hace falta una entrega fuerte todos los días escolares.
- La mujer muy desorganizada no debe educar a sus hijos en casa. Hace falta organizarse bien para ser mujer, madre, cocinera, lavandera, y a la vez profesora. Hay que hacer exámenes, planificar, y mantener archivadas las notas. (Cuando yo educaba a los míos, yo escribía los exámenes y leía todos los textos de antemano para mantenerme al día. Entre preparaciones y escuela requería casi todo mi tiempo “libre” durante diez y seis años.)
Los padres tienen que ver que la educación en casa es una llamada de Dios para su familia. Si no, francamente no la debe de hacer. Requiere mucha convicción y entrega todos los días.
Habiendo dicho lo negativo, es muy importante que veamos que hay varias opciones para los padres que quieren educar en casa:
- Decidirse “probar” educar en casa por un año para ver qué tal va. Después de un año, se puede decidir a continuar, a cambiar algo o no. (Creo sinceramente que las ventajas serán muy obvias y querrás seguir adelante.)
- Usar un plan de estudios que te ayude a enseñar—que te ponga los pasos a seguir para cada lección y cada día.
- Usar DVDs o escuela online para enseñar a los hijos en casa. Solamente tendrías que ayudarles de vez en cuando.
- Usar exámenes hechos por otros y muchas otras ayudas—agendas, archivos, etcétera.
Si el Señor está tocando tu corazón para educar a sus hijos en casa, te animo a hacerlo. Para nuestra familia, educar en casa fue de muchísima bendición. Fue precioso tener la oportunidad de influenciar a nuestros hijos para el Señor.
¡Que seamos padres fieles, y que el Señor te bendiga!