El Árbol de Navidad

 

¡Los postres que acaban de hornear huelan delicioso! Los regalos están perfectamente envueltos y arregladitos bajo el árbol que esta adornado con esperas plateadas, moños rojos y un angelito. Hay otros adornos también, hechos a mano por mis hijos y una cadena de papel de colores. Las botas están llenas esperando la sorpresa de los niños en la mañana. Se apagaron todos los luces menos los del árbol y estos brillan como diamantes. De mi ipod salen mis himnos navideños favoritos… una noche verdaderamente buena. Cada año me encanta disfrutar de los sonidos, los olores y de las vistas de la Noche Buena – pero este año es diferente.

 

 

El árbol es siempre constante. Se ve diferente, cada año, por las decoraciones, pero ¿Por qué un árbol? Y por qué el mismo placer fascinante en mirarlo? Se me ocurrió hace un momento y el simbolismo es increíble!

 

 

Todas las pequeñas luces de gloria que rodean el árbol de Navidad – que simbolizan la estrella que guió a los magos a Cristo.

 

 

El ángel en la parte superior – que simboliza el anuncio del nacimiento del Salvador a tantas personas.

 

 

Cada una de las luces parece estar rodeada por una corona – que simboliza la corona de espinas que Cristo llevaba para nosotros, y la corona de gloria que le espera a los fieles en el cielo.

 

 

El árbol de Navidad en sí – Cristo nació en Navidad con el propósito de morir en un madero. Cuando yo le acepto muero al pecado y Dios me da nueva vida y nuevo propósito como el árbol que sacamos de su lugar para decorar y darle nuevo propósito.

 

 

Los regalos debajo del árbol, ni ganado, ni merecido – Cristo murió para darnos un don gratuito de la vida eterna y el perdón de los pecados. Un regalo que no merezco y que no se puede ganar.

 

 

La cadena de papel – las cadenas del pecado se rompieron cuando Él resucitó victorioso sobre el pecado y la muerte.

 

Los adornos – las hermosas bendiciones que vienen cuando le permito a Dios que haga lo que quiera con mi madero muerto.

 

 

Bastones de menta – un símbolo de la dulzura que es caminar con el Pastor de mi alma.

 

 

El 25 de diciembre fue ayer y ya es historia para nosotros, pero no nos olvidemos ni tomamos a la ligera el simbolismo. Que el Salvador y Pastor de su alma le mantenga y que guarda vuestros corazones y mentes a lo largo del año que viene. Que conozca personalmente la alegría de la resurrección, la vida nueva y la dulzura que es caminar con él.