Enseñarle a los hijos a cómo orar debe ser una prioridad para cada padre cristiano. Al arropar a mis hijos cada noche, oro por ellos. Lo hago en voz en alta para que me puedan escuchar. Espero que al verme hacerlo puedan crecer en su vida de oración con Dios. Mi más grande deseo como madre, es que ellos tengan una relación cercana y personal con Dios a muy temprana edad y que la continúen cultivando a través de su vida.
Enséñale a tus Hijos a Orar
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No quiero que vean la oración como una obligación o un hábito. Quiero que sepan y entiendan qué es realmente orar. Quiero que no solamente disfruten orar a Dios, sino que aprendan a hablar con Dios primero y no al último.
La biblia nos manda a enseñarle a nuestros hijos los caminos del Señor. Creo firmemente que la oración debería ser prioridad en esa lista.
Deuteronomio 6:6-7 (NVI)
Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. 7 Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Quiero animar a mis hijos a aprender estos importantes aspectos acerca de la oración con la esperanza de que esto les ayude a desarrollar una relación cercana con nuestro Padre celestial.
¿Qué es orar?
Es básicamente comunicación. Comunicación con Dios. Al igual que hablamos entre nosotros, podemos hablar con Dios. Podemos tener la confianza que el Dios que nos creó, desea que nos acerquemos a platicar con Él. Solo háblale como si lo hicieras con un amigo.
¿A quién le hablamos mientras oramos?
A Dios. El Rey de reyes. El gran Yo Soy. Nuestro Padre celestial. Nuestro Creador. Al orar es como cuando nos comunicamos con nuestros padres o amigos, pero nunca debemos olvidar a quién nos estamos dirigiendo. Él merece nuestro respeto. Él es Santo. Nunca olvidemos lo Santo que es nuestro Dios. ¡Él merece nuestra comunicación, amor, confianza y adoración!
El tiempo de oración no es para chismear.
No quiero escucharte chismear acerca de lo malo que son otras personas, y tampoco Dios lo quiere. Claro, si alguien te ha lastimado, a Dios le importa. Tienes la libertad de compartir con Él el cómo te lastimaron, el dolor que causaron, así como los malos momentos en tu vida. Él desea que lo hagas. Sin embargo, si solamente estas chismeando y diciéndole a Dios los pecados de los demás, eso no es orar. Esa cierta persona y lo malo que ha hecho es algo entre Dios y la persona; no entre tú y Dios.
Tómate tu tiempo al orar.
Cuando has esperado todo el día para poder hablar con alguien, ¿cómo te sentirías si esa persona llega apresurada, te dice una o dos frases que con trabajos entendiste y se va así igual de rápido como llegó? Te sentirías mal ¿cierto? Así es como quizás Dios se sienta cuando nos apresuramos a orar. Para construir una relación con Dios o cualquier otra persona, requiere de buena comunicación. Vamos a tomar el tiempo necesario para realmente hablar con Dios. Dile cómo te fue en el día, exprésale tus pensamientos, necesidades y deseos; pero siempre comienza agradeciendo por lo que Él es y por todo lo que te ha dado.
Se respetuoso cuando ores.
Cuando la familia esté a la mesa dando gracias por la deliciosa comida que están a punto de disfrutar o cuando se está orando como familia antes de dormir, es importante ser respetuoso. La razón por la que cerramos nuestros ojos al orar es para ayudarnos a mantener nuestro enfoque en Dios y no distraernos con las cosas que nos rodean. Cuando oramos por nuestra comida, debemos tener la cabeza inclinada y los ojos cerrados. No es el tiempo para probar la comida o pasar al plato de la hermana los vegetales que no le gustan. Es el tiempo para mostrar cuán agradecidos estamos con el Señor por suplir todas nuestras necesidades, incluyendo el plato de comida frente a nosotros.
También, ¿recuerdan la guía de oración con el acrónimo A.C.T.S. (hechos en inglés) que les enseñaron de niños? Yo recuerdo a mi maestra de escuela dominical dándonos este acrónimo para recordar cómo orar.
- A = Adoration [Adoración]. Empecemos nuestra oración por adorar a Dios por todo lo que Él es y ha hecho por nosotros. !Él es Santo! Él es sobre todo. Él es nuestra fuerza. Él es nuestro proveedor.
- C = Confession [Confesión]. Pongamos delante de Dios todos nuestros pecados. Pidiendo perdón por cada uno de ellos y Su ayuda para no seguir haciéndolos.
- T = Thanksgiving [Acción de gracias]. ¡Agradece a Dios por cada bendición que te ha dado y te dará! Recuerda que “toda buena dádiva desciende de lo alto”.
- S = Supplication [Súplica]. Aquí es donde le pedimos a Dios que nos provea para nuestras necesidades. Pidiendo de Su ayuda en diferentes áreas en nuestra vida donde necesitamos ayuda. Él es fiel.
Orar a Dios, tomando el tiempo para hablar y escuchar, construirá una relación sólida con Dios. Eso es aplicable para nosotros como adultos y también para nuestros hijos. Seamos un vivo ejemplo padres.