Hace un par de años me cruce con un versículo que dejo una marca en mi corazón. Dice mucho en una sola frase. Este versículo me recuerda de mi herencia y la importancia de ella.
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La segunda carta a Timoteo, el apóstol Pablo la escribe para animar a este siervo joven. Él había instruido a Timoteo desde joven hasta convertirse en adulto; y quiere enseñarle cada cosa que pueda, aun desde la prisión. Quizás especialmente desde la prisión.
2 Timoteo 1:5 dice: “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.”
Dos versículos después, Pablo le dice a Timoteo que Dios no nos ha dado espíritu de temor o timidez, pero el espíritu de poder, amor y auto control. El quería que Timoteo fuera todo lo que pudiera ser y que no le permitiera a las circunstancias o al temor dictar sus acciones.
¿Un legado de fe para nuestros hijos?
El versículo 5 significa mucho para mi por la familia de donde provengo. Soy bendecida en haber tenido padres y abuelos entregados al Señor. ¡Su fe vive a través de mí! Yo soy su legado.
Un Legado de Fe
Mi familia inculco en mi el temor a Dios, y yo oro para que haga lo mismo. Me encanta personalizar versículos, así es que escribí este como: “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Mary, y en tu madre Vicki, y estoy seguro que en ti también.”
Cuando lo veo con sus nombres, me recuerda lo privilegiada que soy por pertenecer a esa familia, por estar asociada con Tom y Anne, con Gib y Mary y con David y Vicki. Debido a su amor y la manera que han vivido sus vidas, hoy yo soy lo que soy. Ninguna de sus experiencias será desperdiciada.
Por favor, si estas leyendo esto y pensando que esto no te aplica debido a tu familia y/o pasado, détente. Todos somos parte de un legado. Así vengamos de una familia temerosa de Dios o no, tenemos un impacto en los que nos rodean. Aun si nuestra familia viene a ser temerosa de Dios justo ahora, se tiene que empezar en algún momento. Cada día tomamos decisiones y debemos buscar tomar las mejores.
Mis hijas todavía están pequeñas, pero están cosechando los beneficios de aquellos que han pasado antes de ellas. Ellas no conocieron a mis abuelos o a mi mamá, pero mi papá esta aquí viéndolas crecer. Oro para que yo les transmita toda la fe, esperanza y amor. Como dice la canción de Steve Green, “Que cada uno que venga detrás de nosotros nos encuentre siendo fieles”
Puede que no sintamos el poder de nuestra influencia, pero realmente lo es. Nuestros hijos necesitan que nos apliquemos y les enseñemos a como vivir una vida agradable al Señor. Trabajemos para dejar un legado de fe en ellos y en la próxima generación.