A casi todos los niños, les encanta tener mascotas. No importa cuál animal escojan, tienen un cariño especial hacia él.
Y hay muchas buenas lecciones que se puede aprender de las mascotas. Son una educación en sí mismos.
- El cuidado de un animal enseña responsabilidad, cómo cuidar de su salud, aprender de sus enfermedades, aprender a bañarlos y limpiar sus jaulas o casitas, etc.
- Es bueno pensar en otros. Un animalito no puede cuidar de si mismo. Los niños aprenden que el mundo es mucho más que solamente ellos. La mascota necesita cuidado.
- Se aprende naturalmente acerca de la reproducción. Si su mascota tiene crías, los niños aprenden acerca de cómo nacen, cómo la madre cuida de los ellos, como Dios da leche a la madre para poderlos alimentar, etc.
- Un niño aprende a ser bondadoso, porque esto agrada a Dios. El justo cuida de la vida de su bestia; Mas el corazón de los impíos es cruel. (Proverbios 12:10)
- Los mascotas nos protegen. Es increíble como un perro cuida de los niños y de su territorio. Ladra para avisar si siente que algo está mal. Otros animales, aún los pájaros, también avisan. Es asombroso como Dios les dio esos instintos para proteger a sus dueños.
- Los mascotas enseñan la importancia de los modales. ¡En serio! Usted se llega a la puerta de casa y ¿quién siempre está allí? El mascota feliz, “diciendo” ¡Hola! Estoy gozoso de verte! Tal como la mascota, es importante que nuestros hijos usen buenos modales. “¡Hola! ¿Cómo está?” y se muestra felicidad al encontrarse con los demás.
- Más que nada, la mascota enseña la fidelidad. La fidelidad de Dios se expresa en Lamentaciones 3:23. ¡Es grande! Porque la mascota depende de la mano de sus dueños, nos devuelve el favor en lealtad. Por todas las escrituras vemos que Dios es fiel. ¡Que seamos fiel a Él!
Es interesante como la Biblia habla del cuidado de los animales y nos enseña por medio de ello:
- Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos. Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días (Deuteronomio 22:6-7).
- Sé diligente con conocer el estado de tus ovejas, Y mira con cuidado por tus rebaños (Proverbios 27:23).
- Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en granero; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellos? (Mateo 6:26)
- ¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios (Lucas 12:6).
- Y dirigiéndose a ellos (Jesús) dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo? (Lucas 14:5, también en Mateo 12:11)
- Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes? (1 Corintios 9:9)
Dios se interesa por los animales y nos enseña por medio de nuestras mascotas. Comenta abajo con algo que hayan aprendido por medio de sus mascotas.
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