Una de las cosas más importantes de educar en casa es la flexibilidad que nos da como familia. Me gustaría compartir algunas historias nuestras de cómo hicimos nosotros que tal vez les inspirarán.
Vacaciones—Una vez que nuestros hijos tuvieron más edad (el pequeño con unos siete años) decidimos hacer vacaciones una vez al año en Europa. Fuimos con una tienda para acampar, comidas en latas, y vimos los lugares que más quisimos, mayormente en España y Francia. Fuimos siempre en septiembre. Un par de veces, hacía frío o llovía, pero estuvimos en los lugares turísticos con pocos turistas y cuando los demás niños estaban yendo al cole. Fueron tiempos muy especiales, y nos dio la ventaja de no esperar en cola casi nunca.
Estudios—Como todas las madres saben, cada niño es un mundo. Los niños aprenden de distintas formas y maneras. Nosotros tenemos dos hijos. La niña se esforzó mucho por sí misma y le fue bastante fácil todo. El niño era disléxico y tardó mucho en leer y escribir. Él y yo leímos juntos todo el año, todos los días. Lo hicimos después de la comida encima de la cama de mamá y papá, con muchos cojines a nuestras espaldas. Siempre leímos libros divertidos para varoncitos. Leímos desde los más sencillos hasta poder con El Señor de Ballentrae, por Robert Louis Stevenson. Nuestro hijo nunca—hasta mucho más tarde—supo que tenía dislexia.
Libertad Para Cambiar—Cuando vimos que una manera de enseñar a nuestra hija no nos gustó mucho, pudimos adaptar. También pudimos decidir cómo enseñar a nuestro hijo después de ella. Por ejemplo, tuvimos un libro con ejercicios para ciencia. No nos gustó para nada los ejercicios. A mi parecer eran a nivel de universidad, y nuestra hija estaba en el séptimo grado. Así que, empecé a enseñar su libro de texto a mi manera. Lo captó perfectamente y sin enrollarse con ese libro de ejercicios. Cuando nuestro hijo estaba en el séptimo, no pedimos el libro de ejercicios. Usamos solamente el de texto. Cambiamos con las clases que haciamos por DVDs también. A veces usamos un texto para nuestra hija y otro para el hijo.
Extras—Nuestros hijos estudiaron piano desde el primer grado. Algo mayores—con once y doce años—decidieron a añadir otros instrumentos. Nuestra hija añadió acordeón, que es muy típico en esta zona. Tocaba en una orquesta de acordeones. También empezó con la flauta travesera. Nuestro hijo escogió la guitarra clásica. Nuestro hijo es muy deportista y practicó varios deportes con los amigos en el pueblo. Tuvieron tiempo para las lecciones de música, ensayar en casa, participar, y jugar. Ayudarnos a nosotros en casa—cocinando, arreglando, con las obras para hacer partes de la casa, etc. Nuestro hijo trabajaba mucho con su padre y aprendió arreglar el coche, instalación de electricidad, etc.
Para nuestra familia, la flexibilidad fue una de las mayores ventajas de educar en casa. Agradecemos a Dios por ella.
Lucia Esther Rosales says
Estimados hermanos, gracias por su trabajo, Dios les bendiga, mi nombre es lucia Rosales soy misionera y trabajo en educacion hace 20 años, en este momento somo tres familias que estamos educando en casa, y los aportes que ustedes nos hacen han sido muy valiosos, y hay muchos padres que estan inquietos y a punto de decidir empezar a educar a sus hijos en casa, nos gustaria poder recibir guia departe de ustede para poder comenzar y saber como lo hacen, muchas gracias “Mizpa educación”
Katie Hornor says
Lucia, gracias por su comentario y su carga para sus hijos. Estaremos en contacto por correo.