Hay cinco cosas (y tal vez más) que padres educadores no siempre te dicen. Aquí les comparto lo que me gustaría haber escuchado mucho antes.
1. El mito de la perfección
Todos queremos vernos bien ante otros, y hay más presión para familias que educan en casa. Otros van a dudar y esperar más de ti porque educas a tus hijos en casa. Nadie somos perfectos. Habrá días en que no terminen sus tareas. Habrá días en que no estará limpia la casa. Habrá días en que sus hijos se le oponen. Nadie es perfecto, pero Dios no nos llama a la perfección, nos llama a glorificarle a Él. (I Cor. 10:31)
2. Te vas a equivocar
Tal vez lo has experimentado ya. Escogiste algún plan de estudios y esta en un nivel muy arriba de donde tu hijo esta trabajando. Tal vez no les conviene a su vida familiar el estilo o el sistema del plan. Esta bien. No te desanimes. Investiga, ora a Dios, y a seguir adelante. Todos nos equivocamos, pero si esto es algo que Dios te ha llamado hacer, Él te dará lo que necesitas para salir victorioso. (I Tes. 5:24)
3. Vas a querer dejar de educar en casa
Mira, no importa a que te dedicas, hay días en que lo quieres dejar de hacer. Lo mismo pasa con educar en casa. Te cansas. Te aburres con el material o la misma rutina. Parece que tus hijos no están avanzando. Los mismos hijos no quieren, etc. Esto es normal también, pero refiriendo a punto #2. No te rindas. Todo lo puedes en Cristo, que te pueda fortalecer. (Fil. 4:13) Ahora, si hay tiempos en que debes tomar un receso, un descanso, unas mini vacaciones. Toma un día, o una semana entera si es necesario para descansar, orar, evaluar lo que están haciendo y como lo hacen, y empieza con nuevas fuerzas la siguiente semana.
4. Tus alumnos no son perfectos
Tus hijos (alumnos) son humanos, nacidos en pecado igual que tu. No puedes esperar perfección de ellos. Educar en casa les proporciona muchas ventajas, pero no los perfecciona. Solo el Espíritu Santo puede hacer este trabajo. Si al educar en casa tu te estas enfocando solamente en lo académico, estas siendo ciego a lo más importante. Un padre no tiene llamamiento más alto que el de enseñar a su hijo de Cristo. La salvación de tu hijo y su carácter es mucho más importante que lo que aprende académicamente. (Jn. 10:10)
5. Tu solo puedes proveer las herramientas
Ninguno puede forzar a otro a que aprenda algo. Podemos dar un buen ejemplo personal, podemos proveer las herramientas, podemos poner reglas e instituir algunos sistemas de recompensas y consecuencias por trabajos hechos, hechos bien, no hechos, hechos mal, etc. Pero no podemos forzar el aprendizaje. Aprender es algo que tus hijos (y los míos) tienen que escoger por si mismos hacer. Un padre sabio presenta la educación de manera interesante para crear en su hijo un interés y un deseo por aprender.
A los padres que educan en casa ¿Qué olvide? ¿Cuáles otras cosas te hubiera gustado que te dijeran antes de empezar a educar en casa?
Carmen says
Gloria a Dios!!!! Gracias por sus animos… Llevo ya dos años educando a mis chicos en casa y todo lo que dijo es verdad.. gracias